No han pasado del todo los tiempos en que cantantes, compositores e intérpretes recibían sus pagos por derechos de autor a través de los sellos discográficos, que a su vez obtenían ingresos por las ventas de discos y la reproducción de piezas musicales en emisoras de radio, en películas o en televisión.
Calculadora de regalías de los servicios de streaming
Todavía los ingresos de muchos músicos provienen de estas fuentes y, principalmente, de su presentación en conciertos o en centros nocturnos.
Con la aparición de las plataformas de música por internet, esta estructura se trastocó en gran medida, y por momentos enfrentó a los sellos de discográficas y a los autores con la aparente reproducción sin límites, y sin pagos, de los servicios de streaming.
Pero esta situación se ha ido regularizando, hasta el punto de que los sellos discográficos, que inicialmente se sentían amenazados, desde 2017 han comenzado a reportar ganancias récords.
¿Y los artistas? Los derechos de autor garantizan a los artistas un porcentaje de ingresos por cada vez que una composición o interpretación suya se reproduzca en las plataformas de streaming.
Estos pagos no son uniformes, y varían en las principales plataformas de streaming: Spotify, Napster, Tidal, Apple Music, YouTube, Amazon Music, Deezer y Pandora, entre otras que continúan apareciendo en distintos países.
Las plataformas de streaming y sus ganancias
Los servicios de streaming reportaron el año pasado, 2021, ingresos por el orden de los 16.900 millones de dólares. De estos, el 30 % corresponde a Spotify, es decir, que tres de cada diez usuarios de estos servicios lo hacen a través de Spotify.
El mercado mundial de estas plataformas está distribuido del siguiente modo: Spotify, 34 %; Apple Music, 21 %; Amazon Music, 15 %; YouTube Music, 5 %, Deezer, Tidal y otros, el 13 % restante.
Estas aplicaciones reúnen 523 millones de suscriptores, con catálogos que abarcan en algunos casos entre 70 y 90 millones de piezas musicales y vídeos. En general, la música se puede escuchar con la misma calidad de un CD, aunque también ofrece piezas musicales en Ultra HD, es decir, con una calidad muy superior al CD.
Es de los ingresos que reciben por suscripción de donde se supone que estas plataformas pagan a las discográficas, las productoras y los artistas que suben su música de forma independiente.
Una breve historia de los servicios de streaming y los derechos de autor
Escritores, pintores, músicos y toda clase de artistas tienen sus creaciones protegidas en casi todo el mundo por las leyes de derechos de autor; leyes que garantizan la propiedad sobre su creación y el derecho a percibir un beneficio cada vez que esta sea reproducida.
En los años 90, cuando comenzó a difundirse música en formato digital, era muy difícil garantizar los derechos de autor, problema que se aceleró por la facilidad de descargar y de enviar entre usuarios archivos musicales.
Con la aparición de Napster en 1999, los consumidores de música por internet pasaron de unos cuantos millones a más de 80 millones de usuarios en todo el mundo.
Fueron apareciendo otras plataformas, como eDonkey2000, y mejoraron los softwares para descargar MP3, pero también vídeos, películas y programas pirateados (sin comprarlos y sin pagar derechos).
Finalmente, a principios de este siglo, las discográficas y las asociaciones que protegen los derechos de autor iniciaron procesos legales, inicialmente contra Napster, que era la principal plataforma de descarga de música, y después contra las otras aplicaciones.
Al mismo tiempo, fueron surgiendo nuevas plataformas de streaming, unidas al surgimiento de redes sociales como MySpace, que llegó a tener su propia tienda MP3, e iTunes, que sustituyó los MP3 por otros formatos y que, en menos de dos años, llegó a tener más de 100 millones de canciones.
Fue a partir de este momento que comenzaron a surgir las plataformas que actualmente dominan el mercado, y en la que YouTube marcó un verdadero hito. Por último, la difusión de las conexiones 3G (con su facilidad de descargar música en móviles), incrementó poderosamente las descargas de música en todo el mundo.
¿Cómo se protegen los derechos de autor en streaming si eres un músico nuevo?
Si eres músico, quieres subir tus creaciones a plataformas de streaming y proteger tus derechos como compositor o intérprete, lo más sencillo es que suscribas un contrato de distribución con un agregador musical, como Tunecore, Distrokid, Cdbaby, Diskover y Onerpm, entre otras.
Estas agencias, además de distribuir tu música en las distintas plataformas, se encargan de monetizar los derechos que te correspondan por la grabación.
Otra forma, más tradicional, se da cuando subes tu música a través de productoras o sellos discográficos. En estos casos, es la discográfica la que cobra las regalías y la que está obligada a entregar el porcentaje acordado a los músicos, intérpretes y compositores.
¿Cuánto percibe un artista por cada reproducción de su obra?
Podemos adelantar que la que más reproducciones tiene, Spotify, no es precisamente la que mejor paga. Esto es lo que pagan los servicios de streaming, por orden alfabético:
- Amazon Music: 0,00402 dólares. Debes tener al menos 249 reproducciones para ganar un dólar.
- Apple Music: 0,00783 dólares. Con 136 reproducciones llegas al dólar.
- Deezer: 0,0064 dólares. Se necesitan 156 reproducciones para ganar un dólar.
- Napster: 0,019 dólares, por lo que con 53 reproducciones se alcanza un dólar.
- Pandora: 0,00133 dólares. Al menos 751 reproducciones para alcanzar un dólar.
- Spotify: 0,00437 dólares. Para llegar a un dólar necesitas 229 reproducciones.
- Tidal: 0,01284 dólares. Con 80 reproducciones alcanzas un dólar.
- YouTube: 0,002 dólares. Necesitas 570 reproducciones para llegar al dólar.
Cogiendo como ejemplo a Spotify, un artista necesitaría tener al menos 229.000 reproducciones mensuales para tener ingresos de 1.000 dólares.
Pero eso no es totalmente exacto, ya que hay que considerar algunas variables o factores que influyen en el pago.
Factores que afectan los pagos de los servicios de streaming
Existen varias condiciones o variables que pueden afectar los pagos de las aplicaciones de streaming, como son:
- El tipo de suscripción. Una plataforma que ofrezca servicio gratuito (como Spotify o YouTube), paga menos a los creadores que una aplicación exclusivamente para suscriptores que paguen la membresía.
- El país donde se realizan las reproducciones. El pago va a depender del coste de la suscripción de la aplicación (no es la misma en todo el mundo). Si la suscripción es muy baja, es posible que los pagos también lo sean.
- Servicio unidireccional o interactivo. Los servicios donde no hay interacción, que funcionan de modo parecido a una radio, pagan menos que los servicios donde los usuarios pueden hacer comentarios o expresar su opinión.
- Cuotas del mercado. Muchas aplicaciones pagan de acuerdo con la participación de la reproducción en relación con el resto de las reproducciones (es el caso de Spotify); es decir, el porcentaje de reproducciones mensual.
- Tipos y tarifas de publicidad. Existen plataformas, como YouTube, que perciben sus ingresos a través de la publicidad, y pagan las reproducciones de acuerdo con el tipo de publicidad que atraigan.
- Artistas de sellos discográficos. Si la relación con la aplicación de streaming es a través de un sello discográfico, será este el que reciba los pagos por las reproducciones y pase un porcentaje menor al artista, generalmente acordado con anticipación.
¿Cuáles son los sistemas de pago de los servicios de streaming?
Además de los factores antes mencionados, no todas las plataformas tienen el mismo sistema de pago. Existen al menos dos: el sistema de prorrateo, y el User Centric Model (un modelo de liquidación enfocado en el usuario individual).
Sistema de prorrateo
Es el que utilizan actualmente casi todas las aplicaciones de streaming. Todo el dinero que se recoge en el mes, como resultado de la publicidad y los pagos por suscripciones, se reúne y luego se divide del siguiente modo:
El 30 % se lo queda la aplicación por los servicios que ofrece, y el 70 % restante se distribuye entre los artistas o los que lo representan (agentes, distribuidoras o discográficas).
Esta cantidad correspondiente al 70 % se reparte teniendo en cuenta el total de reproducciones durante ese mes, de todos los artistas, y no por la cantidad de veces que se haya reproducido la pieza del artista.
A modo de ejemplo: tienes una canción que se reprodujo un millón de veces durante un mes en el que hubo 20 millones de reproducciones. Eso significa que vas a recibir un 5 % de la cantidad que se va a dividir entre todas las reproducciones.
Esto significa que si los ingresos ese mes fueron de 100.000 dólares, la cantidad para repartir entre las reproducciones sería de 70.000 dólares, de los cuales te corresponderían 3.500 dólares.
Si nos guiamos por las referencias de las plataformas, por ejemplo, de Spotify (0,00437 US$ por reproducción), tu pago debería haber sido de 4.370 dólares, casi 1.000 dólares más.
Pero si tu canción llegó a la plataforma a través de un sello discográfico, tu ganancia será mucho menor, entre un 13 % y un 30 %, dependiendo de tu contrato con la discográfica, es decir, entre 455 y 1.050 dólares de aquellos 3.500 que obtuviste con el prorrateo.
El User Centric Model
Es un modelo que se está tratando de llevar adelante en las plataformas, y que algunas ya han aplicado.
Como en el prorrateo, se unen los ingresos producidos en el mes por las suscripciones y la publicidad, y una vez retirados los gastos operativos y las ganancias de la plataforma, el resto se dirigirá principalmente a aquellos artistas que fueron escuchados por los suscriptores.
Este modelo favorecería a los artistas independientes, incrementando sus ingresos en más de un 100 %, pero hasta ahora solo ha sido implementado por Deezer, que comenzó a aplicarlo en 2021 de forma experimental en Francia, y por SoundCloud, que ha declarado su interés en dirigir el dinero de los usuarios hacia los intérpretes que escuchan.
¿Se puede vivir de los servicios de streaming?
En general, las principales plataformas de streaming siguen pagando muy poco por reproducción, siendo la que mejor paga Napster, con 0,019 $ por reproducción.
En el mejor de los casos, con Napster, necesitarás más de 52.000 reproducciones para ganar 1.000 dólares (en el caso de Spotify, 228.832); y es probable que de esa cantidad debas descontar impuestos.
Tal y como se manejan los pagos en estas aplicaciones, solo los grandes artistas y las discográficas pueden estar viendo beneficios con las reproducciones. Pero no es el caso de los artistas independientes.
Una buena estrategia consiste en contratar con alguna distribuidora musical o agregador de música para distribuir y promover tus composiciones o interpretaciones en varias plataformas, aunque esto implica que se cobrarán un porcentaje por la publicidad y el seguimiento para el pago de las regalías.
Y ciertamente, si eres músico, no puedes abandonar las otras actividades para promoverte y percibir ingresos, como conciertos y tocar en espacios públicos, mientras mejoran las condiciones en torno a las regalías en los servicios de streaming.
Entretanto, las plataformas de streaming pueden funcionar como una manera de hacer llegar tu música a sectores más amplios de población, y pueden abrir oportunidades en otras regiones y países; y hacer tu producto más visible tanto para el público como para productores.
Plataformas de streaming, ¿qué esperar de cada una de ellas?
Spotify
Empecemos por la plataforma sueco estadounidense, la más grande y que acapara más de un 30 % del mercado mundial. Spotify ha tenido en lo que va de 2022 más de 456 millones de usuarios y 195 millones de suscriptores premium (los que pagan).
La aplicación está presente en 183 mercados, con más de 82 millones de piezas musicales y 4,7 millones de podcast.
Desde su lanzamiento, en octubre de 2008, esta aplicación ha generado pagos por concepto de derechos de autor por el orden de los 21.000 millones de euros.
Como ya hemos mencionado, el pago promedio de Spotify por reproducción es de 0,004 dólares, por lo que para recibir 4 dólares necesitarías 1.000 reproducciones, y para 400 dólares 100.000.
Otro aspecto por considerar en el caso de Spotify es que esta plataforma cuenta con un acceso gratuito, donde están los 456 millones de usuarios, que acceden a la música sin pagar, por lo que estas generan pocas regalías (los ingresos económicos son por publicidad).
Otro detalle es que el pago por reproducción de esta plataforma de streaming no es igual en todos los países. Por ejemplo, en 2018 Spotify pagaba por reproducción 0,008 euros en Dinamarca, y 0,00006 euros en Portugal.
En España, el pago más alto era 0,005 euros (1.000 reproducciones para llegar a 5 euros), y el más bajo, 0,001 euros.
Esto puede desalentar a cualquier artista en sus inicios, o servir como horizonte, saber cuánto hay que trabajar para darse a conocer y que las canciones tengan una audiencia significativa.
Spotify para artistas
Esta plataforma ha creado una herramienta para uso de los artistas, que los ayuda a crear, mejorar y personalizar su perfil; para analizar a sus oyentes y para crear estrategias para aumentar la audiencia.
¿Por qué utilizar esta herramienta? Porque te permite aprovechar la gran visibilidad que ofrece Spotify; por eso es tan importante tener un perfil atractivo.
También te permite colocar tus composiciones en las playlists de Spotify, donde la mayoría de los usuarios escuchan temas musicales nuevos por primera vez: alrededor de un 68 % de los usuarios de Spotify, entre los 16 y los 40 años, escuchan canciones nuevas gracias al algoritmo o a las playlists creadas por los equipos de la plataforma.
“Spotify para artistas” te da acceso a estadísticas en torno a tus composiciones: número de oyentes mensuales, cuáles son tus temas más escuchados, en qué ciudades se están escuchando, etc.
Con esta información puedes planificar conciertos o giras, y conocer cuál es tu público, pues Spotify puede proporcionarte información sobre el género y la edad de tu audiencia.
Naturalmente, se trata de un servicio pago, por lo que debes evaluar si ya estás en una posición en la que valga la pena invertir en una herramienta como esta.
¿Cómo se calculan las regalías de Spotify?
Encontrarás que hay varias calculadoras de regalías de Spotify en internet, así que se trata de un tema que despierta mucho interés.
En el pago de regalías por reproducciones en Spotify influyen varios factores, como el coste de la suscripción en cada país. Las regalías en Estados Unidos son más altas que en otros países porque los suscriptores pagan 10 dólares mensuales. En otros países este pago es sensiblemente más bajo, y, por lo tanto, las regalías también.
Otro factor que ya hemos mencionado es el de las reproducciones entre los usuarios que no son suscriptores premium, que generan pagos mucho menores, por lo general financiados con lo que se obtiene por publicidad.
También influye el tiempo que se hayan reproducido tus canciones. Si un usuario solo escucha una cuarta parte de tu canción, el pago correspondiente por la reproducción también se reduce en una cuarta parte.
Tal y como ya lo hemos señalado, el pago promedio por una reproducción en Spotify es de 0,00437 dólares, por lo que se necesitan 1.000 reproducciones para alcanzar 4 dólares, y 100.000 reproducciones mensuales para obtener 437 dólares.
Apple Music
Esta aplicación de Apple Inc., creada en 2015, es el primer servicio de Apple que también puede funcionar en Android. Apple es la segunda plataforma de streaming con mayor número de usuarios de pago, con 60 millones de suscripciones, un número inferior a Spotify, pero nada desdeñable.
Dispone de un catálogo de más de 50 millones de canciones y hay artistas que suben a internet sus canciones exclusivamente a través de este servicio.
La forma para subir tu música a Apple Music es igual al proceso de otras streaming: puedes utilizar los servicios de plataformas como TuneCore, con las que puedes subir tu música a tiendas digitales o a aplicaciones como Spotify, Apple Music, Deezer, etc.
Aunque en 2021 Apple se vanagloriaba de pagar una de las tarifas más altas del mercado, 0,01 dólar por reproducción, esta cantidad variaba de acuerdo con el plan de suscripción de cada país, e incluía los royalties de sellos discográficos y editores.
En 2020, Apple pagó regalías a más de 5 millones de artistas alrededor del mundo, y cuenta con un amplio número de artistas cuyos catálogos producen más de 50.000 dólares al año.
El equipo de Apple ha estado estudiando otras alternativas para el pago de royalties que sean más justas para todos los músicos que se encuentran en la plataforma, pero hasta ahora no han dado con una fórmula adecuada.
Por el contrario, las que se han propuesto como alternativa concentrarían los beneficios en un limitado número de discográficas, y sería menos transparente que el método actual.
Sus tarifas actuales se encuentran en un promedio de 0,00783 por reproducción. Harían falta 1.000 reproducciones para ganar 7 dólares (casi el doble que Spotify), y 100.000 reproducciones para llegar a los 783 dólares.
YouTube Music
Esta plataforma fue creada en 2005 y, actualmente, es uno de los tres sitios web más visitados y el segundo más popular en el mundo. Cuenta con más de 1.000 millones de usuarios, y desde 2014 creó YouTube Music, con más de 50 millones de suscriptores actualmente.
YouTube Music Premium es un servicio pago que se desprende en cierta forma del YouTube tradicional, al eliminar la publicidad que interrumpe los vídeos, y concentrarse en música y videoclips, incorpora nueva música y proyecta conciertos en directo.
A pesar de estos números, YouTube Music es una de las plataformas que peor paga por reproducción de temas musicales: 0,002 dólares. Por 1.000 reproducciones obtendrás 2 dólares, y por 100.000, doscientos.
Esta plataforma ofrece otras posibilidades de royalties relacionadas con el uso de tu música en otros vídeos presentes en YouTube.
Muchos youtubers rentabilizan sus vídeos al incluir publicidad, y de este modo obtienen muy buenos ingresos (por eso muchísimos niños en el mundo quieren ser youtubers cuando sean grandes).
Si alguno de estos youtubers utiliza música tuya en sus vídeos debe pagar a través de la aplicación.
Para ello la plataforma tiene una herramienta: YouTube Content ID, un sistema automatizado que permite identificar el uso total o fragmentario de música que devenga derechos de autor. Claro, debes registrar tu música en YouTube para que pueda monitorear su uso.
Otra forma de generar beneficios en YouTube es a través de los videoclips de tus piezas musicales, si logras conseguir empresas y marcas que quieran publicitar sus productos a través de tus vídeos.
Amazon Music
Amazon Music es una derivación de Amazon MP3, creada en 2007 a partir de una tecnología de la que ya nadie se acuerda, pero que en su momento parecía lo máximo en reproducción de música.
En 2011 Amazon creó una nube de reproducción como una extensión de su tienda Amazon MP3 en Estados Unidos, y en 2019 creó Amazon Music HD, su servicio de streaming de música, con más de 50 millones de canciones en alta definición.
Un año después anunció que contaba con 55 millones de usuarios.
En octubre de 2021, el Comité Nacional de Regalías de Estados Unidos, órgano que regula el pago de regalías a músicos, compositores y editores de música, publicó un informe en el que afirma que plataformas como Amazon Music, Spotify y YouTube, pagan los porcentajes más bajos de regalías de la historia de la industria musical.
Además, el informe denunció que estos servicios de streaming, a los que se han sumado Apple Music y Pandora, estaban proponiendo un modelo de pago de regalías aún más bajo, para el período 2023-2027.
Por su parte, la Asociación de Medios Digitales, que representa a servicios de streaming como Amazon Music, Apple Music, Pandora, Spotify y YouTube, se han defendido aduciendo que también deben afrontar gastos e inversiones, pagar por licencias y servicios, y que además los artistas se benefician de los enormes alcances de las plataformas.
Actualmente, Amazon Music paga 0,00402 dólares por reproducción, una tarifa muy parecida a la de Spotify. Hacen falta 1.000 reproducciones para ganar 4 dólares, y 100.000 para ganar 402 dólares.
Napster
De los servicios de streaming actuales, es el único que comenzó durante el siglo XX, y fue creado por un joven de 19 años, Shawn Fanning, y Sean Parker, de 20.
Napster comenzó en 1999 como un servicio de descarga e intercambios de archivos musicales, que en poco tiempo revolucionó la difusión de la música a través de internet, alcanzando en menos de dos años más de 85 millones de usuarios.
Tratándose de un servicio que no cobraba suscripción, tampoco pagaba royalties a los dueños de la música que distribuía, por lo que terminó acosado y a punto de desaparecer bajo demandas legales en varios países.
En el 2000 la banda de rock Metallica se enteró de que un demo de su canción “I dissapear” estaba circulando a través de Napster, e incluso había llegado a ser difundida en emisoras de radio sin que hubiera mediado ninguna clase de autorización o negociación.
También descubrieron que todo su catálogo se encontraba navegando en Napster, por lo que iniciaron una demanda contra la plataforma, que fue seguida poco después por Dr Dre, que se encontró también con una situación similar, y que fue seguido por una acción similar por Madonna.
Las demandas fueron por distribución no autorizada de material protegido por las leyes de derecho de autor, y obligaron a Napster a cerrar en 2001, y a declararse en bancarrota en 2002.
Nueve años después, en 2011, fue comprada por la plataforma de música online Rhapsody, que prefirió mantener el nombre original, y hoy en día está presente en 33 países con poco más de 5 millones de suscriptores.
Napster es considerada como la plataforma de streaming que mejor paga por concepto de regalías: 0,019 dólares por reproducción, por lo que con mil reproducciones se obtienen 19 dólares, y con 100.000, 1.900 dólares. Es notable la diferencia, ¿verdad?
Tidal
Tidal es la segunda plataforma que mejor paga a los artistas, después de Napster. Tidal comenzó en 2014 como parte de una compañía noruega, Aspiro, que fue adquirida al año siguiente por una empresa del famoso rapero Shwan Corey Carter, mundialmente conocido como Jay-Z.
De inmediato, Tidal comenzó una campaña intensa a través de redes sociales como Facebook, Instagram y Twitter, con artistas anunciando su cambio a esta plataforma, elogiada por la calidad de su sonido y por el modo como Jay-Z enfocó este servicio, al convertir en socios del mismo a otros 16 artistas.
De hecho, la promoción de Tidal insistió en que se trataba de la primera plataforma dirigida por artistas, y como tal, iba a dar particular importancia al pago de los royalties.
Tidal fue el primer servicio de streaming que se planteó pagar a los artistas con el dinero pagado por el suscriptor que efectivamente lo escuchó. Un plan de pago de regalías que ya había comenzado con Aspiro, y que Jay-Z y sus socios continuaron.
Es un intento por orientar más dinero de los suscriptores hacia los artistas que verdaderamente son escuchados, y menos al fondo destinado a ser prorrateado entre todos los músicos de la plataforma.
Tidal paga más también en el caso de los artistas que tienen canciones en reproducción continua. Al respecto, Jay-Z ha declarado:
“¿Los artistas ganarán más dinero? ¿Incluso si eso significa menos beneficios para nuestra línea de fondo? Absolutamente. Eso es fácil para nosotros. Podemos hacerlo. Menos beneficios para nuestra línea de fondo, más dinero para el artista; fantástico. Vamos a hacer eso hoy”.
Tidal paga por reproducción 0,01284. Necesitas 1.000 reproducciones para lograr 12,84 dólares, y 100.000 reproducciones para ganar 1.284 dólares.
Actualmente, Tidal cuenta con 4,5 millones de usuarios, 70 millones de canciones, más de 250.000 vídeos de alta definición, y opera en 56 países.
Deezer
Con 16 millones de usuarios actualmente, Deezer es una aplicación de origen francés, creada en 2006 por Daniel Marhely y Johnatan Benassaya.
Es una plataforma con tres opciones: una gratuita, con publicidad; una premium, de pago y sin publicidad; y una versión HiFi, un poco más cara.
Aunque es una plataforma de streaming, tiene características de red social: los usuarios pueden comunicarse entre sí a través de una red interna, pueden compartir sus listas de reproducciones, seguirlas (hacerse fan de ellas), y darles puntuaciones.
En cuanto al pago de regalías, Deezer tiene un acuerdo con la Sociedad de Autores, Compositores y Editores de Música (SACEM), para compartir los ingresos producto de la publicidad, o por las ventas a través de Amazon e iTunes.
Deezer es una de las aplicaciones promotoras del pago centrado en el usuario, el User Centric Model. En 2020 impulsó una campaña, #MakeStreamingFair, para crear conciencia entre los usuarios en torno a las injusticias en los pagos de derechos de autor en las plataformas.
La práctica actual consiste en sumar, por un lado, los ingresos producto de las suscripciones y de la publicidad, y distribuirlo entre el número de reproducciones. Este sistema favorece a los grandes sellos discográficos y a los artistas más populares, y perjudica a los artistas independientes, o a aquellos que tienen nichos más pequeños.
Otro de los fallos de este sistema es que impide a los usuarios apoyar a través de la suscripción a sus artistas favoritos, ya que el dinero se diluye en un gran bote.
Aplicar el modelo centrado en el usuario podría resolver en parte este problema, aunque el sistema se está discutiendo desde 2014, sin alcanzar ningún resultado.
Por cada reproducción, Deezer paga 0,0064 dólares, lo que implica al menos 1.000 reproducciones para que pague 6,40 dólares, y 100.000 reproducciones para llegar a 640 dólares.
Pandora
Pandora es una plataforma de streaming que funciona de modo más parecido a una emisora de radio que a otras plataformas de streaming.
La plataforma se sostiene exclusivamente con publicidad y es por eso por lo que paga royalties muy bajos. Pero es una plataforma interesante por su alcance: más de 80 millones de usuarios.
Otro aspecto atrayente de esta aplicación es el Music Genome Project (Proyecto del Genoma Musical), una especie de análisis musical a través de un algoritmo que intenta identificar los gustos del usuario, y le ofrece temas musicales nuevos.
Pandora paga por cada reproducción 0,00133, por lo que harían falta 1.000 reproducciones para ganar 1,33 dólares, y 1.000.000 reproducciones para percibir 133 dólares.
Qobuz
Es un servicio de streaming de origen francés dedicado especialmente al jazz, el World Music y la música clásica, con más de 90 millones de pistas musicales, reseñas y entrevistas, y con una calidad de sonido internacionalmente reconocida.
Fue fundada en 2007 por Alexandre Leforestier e Yves Riesel y es solo por suscripción. Ofrece además los servicios de una tienda digital, donde vende discos con calidad de estudio, o calidad CD.
Su principal atractivo como servicio de streaming es la impresionante calidad, de estudio, que ofrece en la mayor parte de su catálogo, al menos tres veces superior a otras plataformas de streaming que tienen mayor difusión.
Por una reproducción, Qobuz paga a los titulares de derechos entre 0,001 y 0,01, por lo que con 1.000 reproducciones podría pagar entre 1 y 10 dólares; y por 100.000, entre 100 y 1.000 dólares.
¿De qué te sirve esta aplicación si no eres músico y solo eres un oyente?
Más allá de la pasión por la música, es importante saber a dónde va nuestro dinero, especialmente si somos suscriptores, y cuánto de lo que pagamos llega efectivamente a los artistas.
Al conocer cuáles son las plataformas que mejor pagan, o que están buscando verdaderas alternativas para pagar lo justo y lo que corresponde a todos aquellos que participan en la producción musical, podemos elegirlas por encima de aquellas que solo quieren obtener beneficios a toda costa.
De este modo, como usuario, puedes contribuir a mejorar el pago de regalías, por parte de los servicios de streaming, a tus artistas favoritos.
No tienes que preocuparte por perder con el cambio tu lista de reproducción. Si la tienes en Apple o Spotify puedes transferirla a otra plataforma utilizando aplicaciones como FreeYourMusic.
¿Tiene sentido subir tu música a una plataforma de streaming?
Aunque todavía existe un público notable para la música en discos de acetato o en CD, y haya muchísimas personas que siguen escuchando música transmitida por emisoras de radios, el presente y el futuro parecen pertenecer inevitablemente a las plataformas de streaming y a las distintas tiendas digitales.
En gran medida los sellos discográficos grandes y pequeños, así como los productores independientes, en España y en el resto del mundo, han logrado una nueva oportunidad de crecer.
Esto es gracias al modo como los servicios de streaming, unido sobre todo a los teléfonos móviles, y estos a las cabezas de los usuarios a través de auriculares, volvieron a poner la música en primer plano, y al alcance de todos en todas partes.
En España, durante el primer semestre de 2021, la música digital producida por artistas españoles alcanzó los 144 millones de euros; el 82,3 % de esta cifra fue a través de servicios de streaming.
Se ha creado una relación de mutuo beneficio entre los artistas latinos y españoles y las plataformas de streaming: los intérpretes tienen mayores posibilidades de ser escuchados, y las plataformas tienen mayores ingresos.
En 2020, más del 60 % de las canciones y el 61 % de los álbumes que se escucharon en servicios de streaming en España fueron de artistas latinos.
Entonces, la respuesta es sí, vale la pena utilizar las plataformas de streaming para promocionar y vender tu música, aunque las regalías parezcan, y en efecto sean, demasiado bajas.
Los servicios de streaming saben que los músicos no están contentos con la actual situación, y se siguen buscando fórmulas para hacer más justo el pago por las reproducciones.
Entretanto, siguen siendo un estupendo medio para difundir tu música más allá de lo que hasta hace poco tiempo podían lograr las emisoras de radio o los canales de difusión. Pero también está claro que no pueden ser la única fuente de ingreso de la mayoría de los músicos.
Siguen siendo necesarias, fundamentales, las giras, los conciertos, las presentaciones en centros nocturnos, el contacto personal con el público. El espectáculo debe continuar.